Me llamo Cira y nunca olvidaré el mes de marzo de 2020; seguro que nadie lo vamos a olvidar por toda la situación que estamos viviendo pero yo tengo que sumarle que el 12 de marzo, el día antes del Estado de Alarma, visité la tienda de Alicia Novias y allí me enamoré de mi vestido de novia.
Desde que entramos mis padres y yo, sentí que todo iba a ir genial: trato y atención excelente pero os contaré más.
Todas tenemos en nuestra cabecita el traje perfecto, así o asá, pero son las grandes profesionales las que nos pueden aconsejar y ese fue mi caso. Probé varios trajes de esos “ideales”, precisos, pero que no me favorecían y, a lo que había que sumar la opinión y el gusto de mi madre, totalmente opuesto al mío pero, muy importante para mí.
Para “contentar” a mi madre, el equipo de Alicia Novias me ofreció un vestido con pinceladas de aquello que ella pedía y que no entraba en mis pensamientos: lo probé pero no me despertó nada y fue en ese momento cuando la profesionalidad del equipo hizo MAGIA! Un toque aquí y otro allá y todo cambió. Y llegó ese momento de emoción, de cosquilleo en el estómago y que, hoy en día, cada vez que lo recuerdo (como ahora), siguen saltándose las lágrimas. Era mí vestido, el vestido más bonito para mí y no dudé ni un minuto: con ese vestido me casaría en octubre.
Y llegó el confinamiento y la angustia de no saber si nos podríamos casar, si llegaría a tiempo mi vestido pero Cari estuvo pendiente y dando ánimos en todo momento.
Pudimos hacer varias pruebas y cada visita a Alicia Novias era felicidad: felicidad por el trato que recibía, por la emoción de probarme el vestido, por la positividad y cercanía que nos dábamos las unas a las otras.
Llegó octubre y cada vez que se acercaba la fecha de la boda, parecía que todo iba a peor, que no podríamos celebrar nada y que todo se iba al traste pero NO! Pudimos celebrar nuestra boda, con menos gente, 20 personas, pero las más cercanas y fue más bonita, más emocionante e inolvidable de lo que había imaginado.
Por ello, os animo a vivir el proceso de vuestro vestido, de vuestra boda aunque no pueda ser con tantísimas personas como lo eran antes ya que, una boda pequeña también puede ser bonita y especial.